Las imágenes acústicas ayudan a los fabricantes a reducir las desbocadas facturas energéticas
Federico de Lucia, jefe del equipo de Especialistas en Monitorización de las Condiciones en Teledyne FLIR
Que las empresas tienen dificultad para enfrentarse al crecimiento exponencial de los costes y las facturas energéticas es patente. Ante el aumento desbocado de los precios y la falta de certidumbre, empresas de todo el mundo buscan modos de reducir el consumo y recortar gastos allá donde sea posible.
En esta nueva realidad cada vez más inasumible, las imágenes acústicas ofrecen a los fabricantes un balón de oxígeno crucial, ya que ayudan a los sectores que hacen un uso intensivo de la energía a mantener sus líneas en funcionamiento reduciendo los costes operativos y recortando los gastos de mantenimiento.
Probablemente haya escuchado la expresión «sonido sin pérdida». Pues bien, las imágenes acústicas adoptan este concepto en sentido literal.
Detectar fugas de aire que permanecían sin descubrir puede atajar un problema muy costoso
Para el Reino Unido y buena parte de la UE, el coste de la energía casi se ha doblado con respecto a estas mismas fechas en 2021, con un precio actual de 0,34 GBP/kWh frente a solo 0,189 GBP/kWh en 2021. Eso supone un aumento del 179 %. De hecho, los precios del gas han aumentado en 23 de los 24 Estados miembros de la UE para los que se tienen datos, dándose los mayores incrementos tras el Reino Unido en Estonia (+154 %), Lituania (+110 %) y Bulgaria (+108 %). Todo esto nos lleva a preguntarnos: ¿cómo pueden los sectores que hacen un uso intensivo de la energía sobrevivir en este contexto? Considerando que los procesos industriales a gran escala están impulsados en buena medida por compresores y bombas de vacío para operar máquinas y transportar bienes, se trata de una pregunta crucial.
La respuesta es, por supuesto, analizando los consumos y considerando formas reales y tangibles de reducir el gasto a pie de planta. Una estrategia cada vez más popular entre los fabricantes de toda la UE implica el uso de imágenes acústicas.
Ningún equipo, por muy puntero que sea, es inmune al problema de las averías y el desgaste. Las máquinas que no funcionan de manera óptima le están costando dinero en términos muy reales. Ahí, en primera línea de la monitorización de las condiciones, es donde entran en juego las imágenes acústicas. Prometen lograr ahorros detectando las fugas de aire en tiempo real.
Aunque los incidentes aislados puedan parecer mínimos, es fácil que el coste de la energía desperdiciada se descontrole rápidamente y pase de suponer una molestia menor a convertirse en un serio problema. Considere que, en un sistema de compresor típico, aproximadamente el 80 % de la energía se pierde como resultado de la disipación del calor, por lo que solo un 20 % llega a ser utilizable en la planta de la fábrica. De ahí, hasta un tercio de esta energía utilizable se pierde a consecuencia de las fugas. Una energía por la que cada vez paga más.
¿Por qué son tan caras las fugas de aire?
Encuadremos en una escala mensurable este problema que puede variar sustancialmente de una aplicación a otra. Para ello, los operadores deben primero calcular exactamente cuánto afecta al coste de su producción una fuga.
Consideremos, por ejemplo, una fuga de aire comprimido a través de un pequeño orificio de solo 1,5 milímetros en una red a siete bares de presión. Hace dos años, a un precio de 0,07 €/kWh, ya le habría costado a una empresa alrededor de 1500 € si asumimos un tiempo medio de operaciones de 6000 horas al año.
Por supuesto, ahora la situación energética ha empeorado, lo que significa que los costes pueden ser tres, cuatro o incluso cinco veces mayores en algunos casos, suponiendo unos gastos de hasta 8500 €/año por no identificar un pequeño orificio en un componente vital de la línea.
Si consideramos la escala de la producción industrial y la cantidad de fugas que pueden pasar desapercibidas, resulta preocupante que un orificio comparativamente tan pequeño pueda desencadenar un problema tan grande.
Reduzca las facturas energéticas con la gama FLIR Si124
Los nuevos modelos de cámaras de imágenes acústicas, como la FLIR Si124, que presume de un ancho de banda óptimo entre 2 y 65 kHz, usan una serie de micrófonos de alta precisión que captan sonido en la franja audible y la ultrasónica para detectar las fugas de aire en cuanto aparecen. Este intervalo proporciona una capacidad de detección sin parangón que permite identificar incluso la más diminuta fuga.
La tecnología ofrece además a los operadores la posibilidad de identificar, fotografiar o grabar en vídeo la localización de una fuga de aire hasta diez veces más rápido, lo que implica un tiempo de inactividad mínimo en las instalaciones y la inmediata reparación o sustitución del componente defectuoso. Además, también detecta descargas parciales, descargas flotantes y descargas en corona, ayudando a reducir tanto eventos que suponen un peligro de muerte como problemas generales de mantenimiento.
Los operadores disfrutan de una identificación mucho más rápida de las piezas problemáticas e incluso tienen la capacidad de ver las fugas detectadas en cuanto aparecen. Ello se debe a que las funciones de IA superponen la imagen del sonido para generar una representación visual de dónde se encuentra la fuga e indicar tanto su severidad como las acciones recomendadas para resolverla.
En el caso del modelo FLIR Si124, unos algoritmos proyectivos incluso calculan cuánto costará la fuga mediante la evaluación del aire perdido en tiempo real, el cálculo del gasto por kWh y la visualización del ahorro estimado en un año (u otro plazo especificado). Ello dota a los inspectores de las pruebas necesarias para resolver los problemas y justificar los costes de reparación incurridos en la línea de producción.
Si es usted un fabricante que trata de mantener bajo control los crecientes costes de la energía, explore ya la nueva gama Si124 para mejorar radicalmente las inspecciones en su planta.