Máximo rendimiento: termografía para automatizar el rectificado de esquís en una instalación pionera en el sector
RELISTE es un integrador de visión artificial con sede en Austria. Durante más de 50 años, se ha especializado en la venta de soluciones de alta calidad para la industria de la automatización.
Ahora, por primera vez en el sector, RELISTE ha integrado las cámaras termográficas de Teledyne FLIR para automatizar el proceso de rectificado de las tablas de esquí usadas en los deportes de invierno, lo que mantiene su rendimiento y garantiza una maniobrabilidad que potencialmente salva vidas en las pendientes, cuando más se necesita.
Para ello, no solo detecta el aumento o la disminución del calor, sino que también diferencia entre dos materiales distintos midiendo sus emisiones de calor al ambiente.
Por medio de dos sensores de temperatura de imagen térmica infrarroja (IR) A35 de FLIR, la empresa fue capaz de identificar el punto exacto de transición entre el acero y el plástico en los bordes y los extremos de los esquís durante el proceso de rectificado. Previamente, esta operación debía efectuarse a mano, mediante inspección visual y táctil.
Automatización visual de vanguardia para reemplazar las inspecciones manuales intensivas en cuanto a mano de obra
Con su emplazamiento en los Alpes orientales, no sorprende que el esquí sea una de las actividades de ocio más populares en Austria, pero mantener la seguridad y el rendimiento de las propias tablas de esquí ha sido tradicionalmente un trabajo lento y manual muy exigente en cuanto a mano de obra.
Con el paso del tiempo, los esquís se deterioran y desgastan como resultado del contacto prolongado con la nieve, que erosiona una pequeña capa del material base. Esto da lugar a una textura áspera e irregular que puede influir negativamente en el rendimiento.
El rectificado o puesta a punto de los esquís es el proceso que consiste en rectificar, aplanar y restaurar la base de la tabla para asegurar un deslizamiento más rápido y suave, así como una óptima maniobrabilidad. Se trata de una operación crucial para el mantenimiento de los esquís. Sin ella, los esquís muy desgastados pueden adherirse a la nieve o el hielo en lugar de deslizarse, dando lugar a un rendimiento más pobre y, en circunstancias extremas, a una reducción de la movilidad general que puede representar un peligro de accidente mortal.
Anteriormente, el proceso de rectificado solo podía automatizarse para los laterales de cada esquí. Las áreas de los extremos anterior y posterior debían rectificarse manualmente, ya que las inspecciones visuales tradicionales no podían diferenciar el punto de transición entre el acero y el plástico, lo que hacía imposible automatizar el proceso, o eso se creía.
Estrategia fuera de pista: combinar IR y 3D
RELISTE combinó dos cámaras térmicas infrarrojas A35 de Teledyne FLIR (las antecesoras de las A50/A70 con inspección de doble espectro, que integran inspección térmica y visual en la misma cámara) con un sensor de desplazamiento láser 3D de Cognex. De ese modo, logró transformar esta tarea, tradicionalmente intensiva en cuanto a mano de obra, en una línea de mantenimiento automatizado.
Al usar estas dos tecnologías en tándem, fueron capaces de determinar distintos puntos en 3D en los extremos de los esquís para guiar al robot de rectificado automático, lo que evita el trabajo manual y reduce los costes. La información combinada de las cámaras termográficas y los sensores láser tridimensionales proporciona a la rectificadora robotizada un guiado preciso en 3D. Así se garantiza que solo se rectifique el borde de acero sin dañar los elementos de plástico del equipo, más vulnerables.
La solución recurre a la termografía activa. Básicamente, ello implica el uso de un radiador industrial para aumentar la temperatura de los esquís y aprovechar las formas radicalmente distintas en que el plástico y el metal conducen y, sobre todo, emiten calor. Esta información es posteriormente evaluada por el software de tratamiento de imágenes de RELISTE, EasySightPro, para determinar el punto de transición y rectificar así con precisión en una fracción del tiempo requerido por los métodos manuales.
Avanzando juntos en la tecnología: una larga colaboración que no muestra signos de ralentizarse
Ronald Fasching, director comercial de Sistemas de Visión en RELISTE, afirmó: «Cuando necesitamos cámaras de infrarrojos, siempre usamos las de Teledyne FLIR, ninguna otra. Es nuestra solución estándar, con un gran número de funciones de análisis y también de comunicación con un PLC a través de Profinet».
«Hace tiempo que somos socios de Teledyne FLIR y estamos muy satisfechos con la calidad de la cámara. En este caso, el cliente quedó enormemente satisfecho con la solución que le proporcionamos».
La relación entre RELISTE y Teledyne FLIR se remonta años atrás, ya que RELISTE usa exclusivamente las cámaras de Teledyne FLIR en sus soluciones industriales de tratamiento de imágenes por su consistente calidad e información, que las hace líderes del sector.
RELISTE elige exclusivamente las cámaras de Teledyne FLIR porque, con ellas, puede determinar propiedades clave u otras variables visuales minúsculas de los objetos de prueba y hacerlas de ese modo visibles, algo imposible con la limitada funcionalidad de las cámaras convencionales.
Además, y muy especialmente, las cámaras térmicas de infrarrojos de la serie A de FLIR conectan con la infraestructura de tratamiento de imágenes RELISTE EasySightPro, lo que les permite cotejar sus conclusiones y contrastar variables clave. Para esta aplicación, RELISTE usa las cámaras A35 de Teledyne FLIR, equipadas con conexión GigE Vision y el protocolo de configuración de transmisión de imágenes de FLIR.
Ronald agregó: «Con la cámara, estamos utilizando nuestra solución RELISTE EasySightPro®, basada en el software Cognex VisionPro, en modo de transmisión de imágenes. Es nuestra solución estándar, con un montón de funciones de análisis y también de comunicación con un PLC a través de Profinet. Esto es importante, ya que garantiza la conformidad con las normas fundamentales: tanto las nuestras propias como las del sector de la automatización en Europa».