Termografía: tecnología de fácil manejo que se convierte en imprescindible
El distrito de bomberos n. 1 de Clackamas ofrece servicios de extinción de incendios, rescate y emergencias a cinco ciudades en el estado de Oregón, EE. UU. Con 17 parques de bomberos ubicados estratégicamente en todo el Condado de Clackamas y una plantilla de más de 200 empleados y 100 voluntarios, es el segundo distrito más grande de protección contra incendios del estado, atendiendo a más de 179.000 ciudadanos en un área de cerca de 518 kilómetros cuadrados.
Al igual que muchos departamentos de bomberos en los EE. UU., Clackamas ha utilizado cámaras termográficas durante más de doce años como una herramienta fundamental para ayudar a proteger vidas y salvar propiedades.
Termografía para bomberos
«En realidad, la tecnología ha cambiado mucho desde su aparición», comenta el capitán Jason Ellison mientras escucha llamadas en la histórica estación de bomberos John Adams, de 1923, en la ciudad de Oregón. «Las cámaras termográficas eran muy grandes y voluminosas cuando comenzamos a usarlas, además de ser muy caras. De hecho, por aquel entonces solamente podríamos permitirnos un par de cámaras para todo el distrito. Pero, con los modelos de bajo coste disponibles en la actualidad, podemos tener varias cámaras por plataforma y las utilizamos prácticamente a diario en todo el distrito».
«Las cámaras termográficas nos han permitido ver en las situaciones en las que es prácticamente imposible distinguir algo a simple vista. Evidentemente, durante un incendio hay mucho humo y oscuridad, y además desconocemos la distribución del edificio. Las cámaras termográficas nos muestran el camino para poder desplazarnos con más rapidez, detectar el foco del incendio y buscar víctimas; básicamente proporcionan una hoja de ruta muy eficaz».
En pocas palabras, las cámaras termográficas crean imágenes a partir del calor en lugar de la luz, detectando las diferencias de temperatura en una escena y transformando esos valores en una imagen de vídeo térmico nítida en la pantalla LCD de la cámara. En determinados modelos, como el K40 y K50 de FLIR, se pueden capturar y almacenar fotogramas fijos en su memoria interna para su posterior revisión y descarga, para su utilización con fines de documentación y formación.
Visión a través del humo y en condiciones de oscuridad total
«Con la cámara termográfica, puedo decir mientras me desplazo por el pasillo donde están las habitaciones, distinguir fácilmente la ubicación de las camas, los armarios, las ventanas y ver dónde están las demás personas a mi alrededor». Ellison agrega, «Las ventanas, a todo esto, son una salida secundaria para nosotros, por lo que saber dónde están es crucial para nuestra seguridad».
Ellison explica que los bomberos que manejan la boquilla tienen las manos ocupadas y generalmente no son los que llevan la cámara termográfica. «Hay humo espeso y negro, no hay ventilación y es complicado ver incluso tus manos frente a tu cara. Pero otro oficial, se coloca al lado de ese bombero sujetando la cámara termográfica y mostrándosela para que pueda ver la disposición de la estructura y dirigir el chorro de agua exactamente al punto necesario».
Eso, dice Ellison, acelera nuestros esfuerzos y aumenta nuestra eficacia. «En los viejos tiempos, con una mano palpábamos la pared y otro compañero nos agarraba por la pierna para saber la localización. Intenta salir de tu casa con los ojos cerrados. Así era antes. Perdíamos un tiempo realmente valioso».
«Con la tecnología de las cámaras termográficas, podemos llegar al foco del incendio y eliminarlo de manera más rápida y segura. Incluso cuando el fuego está esencialmente apagado, seguimos utilizando la cámara termográfica para buscar (a través del humo restante) puntos calientes.
Las termografías salvan vidas
Las cámaras termográficas también ayudan a localizar a víctimas atrapadas, varadas y desaparecidas a los bomberos de Clackamas. «En cualquier situación de incendio», comenta, «siempre existe la posibilidad de que haya alguien dentro. Por ello, la cámara termográfica es de gran ayuda, ya que nos ayuda a asegurarnos de que todo el mundo haya salido, esté a salvo y de que la casa esté vacía». También las utilizamos en nuestras tareas técnicas y de rescate en el agua. Por ejemplo, podemos localizar a personas que pueden quedar atrapadas en una orilla remota en la oscuridad después de haber caído al río. A veces, por la noche, tenemos que lidiar con algún accidente automovilístico en el que alguien resultó expulsado del vehículo y tenemos que localizar a la víctima.
Serie K de FLIR: extremadamente asequible, compacta y fácil de usar
«Las cámaras con las que trabajábamos al principio tenían el tamaño de un ordenador... muy voluminosas para llevarlas. Las nuevas, como la K50 de FLIR, son muy ligeras y mucho más compactas. Y eso es muy importante cuando ya llevas contigo más de 50 libras de peso en equipo. Una cámara termográfica más pequeña con un cordón, como la K50 de FLIR, facilita muchísimo su colocación en el traje o en el equipo de respiración autónomo (SCBA) y permite tener las manos libres hasta que necesitas el equipo. Para mí, es muy fácil de utilizar, sin tener que deslizar la mano a través del asa, teniendo solamente que cogerla, usarla y luego soltarla».
También le gusta el modo de búsqueda y rescate (SAR, por sus siglas en inglés) que reduce el rango de detección de temperatura a un intervalo más acorde a la temperatura corporal para poder encontrar con mayor rapidez a las víctimas, especialmente en entornos de altas temperaturas. Por otro lado, cuando te encuentras extinguiendo un incendio en una empresa de motor, es muy útil el «modo fuego», que tiene un rango de 300 a 1200 grados F. «Ofrece una alarma con codificación por color para mostrarme dónde están los gases sobrecalentados y dónde hay fuego a nuestro alrededor».
Las pantallas LCD más grandes y más brillantes de las cámaras térmicas actuales también hacen que su utilización sea mucho más sencilla». «La excelente pantalla de 4” de la K50 de FLIR hace que me resulte mucho más fácil descifrar lo que estoy viendo para guiar a los miembros del equipo hacia su objetivo o hacia una ruta segura».
También es importante el hecho de que su precio sea ahora más económico. Según Ellison, «buscamos siempre herramientas que nos ayuden a mantenernos seguros y que además sean económicas. El precio accesible ofrecido por FLIR nos permitirá a nosotros y a otros departamentos introducir más cámaras en los equipos para ayudarnos a hacer mejor nuestro trabajo y mantener a nuestros muchachos a salvo».
Para resumir, Ellison afirma que es una herramienta que, utilizada correctamente, permite a los bomberos moverse con rapidez y seguridad, y hacer bien su trabajo. Es una tecnología sin la cual sería muy difícil trabajar.